Para conocer la mejor manera de ayudar a tu amigo peludo, debes entender primero qué es la ansiedad en los perros.

Hace referencia a un estado mental que se manifiesta con inquietud, nerviosismo e inseguridad. Si el can presenta este problema, tratará de librarse de él mediante alteraciones en su comportamiento. Aparte de sentir malestar, tu amigo de 4 patas puede desarrollar otros trastornos, por lo que te recomendamos tratarlo y visitar al veterinario lo antes posible.

Causas

Algunas de las razones por las cuales tu perro puede desarrollar ansiedad son:

  • Escasa socialización. Si desde temprana edad tu perro no fue expuesto a todo el entorno que lo rodeará el resto de su vida, no sabrá relacionarse y se sentirá nervioso.
  • Separación. Como la mayoría de seres vivos, los perros son animales sociales, necesitan de un grupo para sentirse a salvo y aumentar sus posibilidades de supervivencia.

Con el paso de los años, nuestros amigos peludos se vuelven un poco más independientes, pero si fueron separados de su madre antes de las 8 semanas o sufrieron algún tipo de maltrato, presentarán una intolerancia a la separación de sus dueños.

  •  Soledad excesiva. Si tu perro pasa muchas horas solo en casa, tal vez se aburra y sufra de estrés.
  • Falta de atención de su humano.
  • Miedo a ruidos repentinos y fuertes (fuegos artificiales, tormbentas, etc.).
  • Cambios en su ambiente. Aparición de nuevos miembros en la familia, la llegada de un nuevo animal o la pérdida de un ser querido pueden ser un desencadenante.
  • Falta de ejercicio y actividad física.
  • Disfunción cognitiva. Aparece en perros de avanzada edad. Si esto ocurre, se sienten desorientados y son incapaces de reconocer su hogar o familia.

Síntomas

  • Comportamientos destructivos. Rompe y muerde cosas.
  • Hace sus necesidades dentro de casa.
  • Demanda atención por medio de temblores, nerviosismo o gemidos.
  • Se come sus heces.
  • Monta a otros perros o personas (incluso estando castrado).
  • Está excesivamente alerta, con músculos tensos.
  • Ladra, gime y aúlla exageradamente.
  • Muestra hiperactividad o agresividad.
  • Enferma frecuentemente, sufre vómitos o diarrea.
  • Se lame en exceso o lo hace con otros objetos.

¿Cómo puedo ayudarlo?

Con 5 simples acciones puedes ayudar a disminuir su problema:

  1. No dejarle solo mucho tiempo. Si lo haces, proporciónale algún juguete o comederos especiales.
  2. Establece un horario. Programar paseos, juegos y comidas le dará una idea sobre qué esperar en cada momento del día.
  3. Pregunta al veterinario por feromonas tranquilizantes.
  4. Haz ejercicio y juega con él. Ayúdalo a descargar su energía.
  5. Compra una camisa compresiva. Esta ejerce un poco de presión en su cuerpo y ayuda a relajarlo.

Tu amigo peludo te necesita más que nunca cuando se siente nervioso, por lo que tu comportamiento y unas respuestas apropiadas serán fundamentales para su tranquilidad y bienestar.