Muchas son las ocasiones en las que se te ha antojado vivir con un perro. Ves a tus amigos, familia y contactos en Facebook tan felices con sus caninos, que la idea de vivir un compañero de cuatro patas te parece fascinante.
Entonces alguien te ofrece adoptar un perrito y sin pensarlo demasiado estás a punto de aceptar pero, ¿te has puesto a pensar en todo lo que implica llevar a este pequeñín a casa? Te compartimos algunos puntos de lo que debes saber antes de vivir con un perro.
- A los perros no les importa cuánto ganes, pero al menos es básico que puedas sostener gastos fijos mensuales para su alimentación, uno que otro juguetines o bocadillos; gastos trimestrales en desparasitantes externos e internos; gastos anuales en accesorios básicos (correa, collar, placa, traste, cama), vacunas y quizás uno que otro tratamientos médicos a lo largo de su vida (esperamos que sea un perro sano pero nunca está de mas considerar que es un ser vivo que puede enfermar).
- El punto anterior no te lo agradecerá tu perro sin este segundo requisito básico: tiempo de calidad. Así es, a los perros más que bocadillos les gusta el cariño, el juego, la socialización con su humano, su familia y otros perros. Te proponemos que al menos le dediques 1.5 hrs diarias (distribuidas a conveniencia de tu agenda, y bien pueden ser paseos, visitas a parques, alimentación, trucos, etc.)
- Aunque cuentes con amigos y familiares que pudieran apoyarte, debes considerar un colchoncito para hospedaje, guardería, un paseador, todo esto en caso de que no tengas el tiempo para cuidarlo en algún momento.
- Otro posible gasto que te sugerimos considerar es el de un entrenador o rehabilitador de conductas caninas. Los perros crecen, se vuelven más demandantes y algunos muy temperamentales. Si la situación se te llegase a salir de control tu primera opción debe ser contratar un servicio profesional antes que decidir regalarlo, recuerda que tiempo atrás tu elegiste este gran compromiso con él.
- Si eres una persona muy ocupada, con responsabilidades familiares y laborales, poco tiempo y quizás hijos pequeños, tener un perro, por mucho que lo desees tú o tu familia, no es siempre lo mejor. Recuerda que un perro no es un juguete temporal, es casi como un bebé que debes encaminar y cuidar, pero el resto de su vida.
Si tienes bajo control todos los puntos anteriores, y aún te sientes dispuesto a adoptar un perro, entonces tu siguiente paso es comenzar a buscar la mejor opción para ti. Recuerda tomar en cuenta: nivel de energía, tamaño, características, temperamento y Perronalidad®
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