Si estás aquí, es muy probable que estés un poco preocupado por el comportamiento de monta de tu mejor amigo peludo. Esta situación es perfectamente normal, pero puede llegar a convertirse en un hábito indeseable e incómodo tanto para él como para ti, al grado de poner en riesgo la seguridad de ambos.

¿Qué es el comportamiento de monta?

El comportamiento que nuestros amigos de cuatro patas desarrollan por subirse a personas, objetos o a otros amigos peludos se conoce como conducta de monta. Usualmente se le relaciona con una práctica sexual y, aunque esa puede ser una de las razones de su origen, no es la única.

¿Cuáles son las causas de la conducta?

  1. Comportamiento sexual: nuestros amigos de cuatro patas buscan placer.
  2. Excitación (no de índole sexual): están demasiado emocionados o alegres por algún motivo y no encuentran una mejor forma para comunicar sus sentimientos.
  3. Ansiedad: están demasiado nerviosos y, al igual que el punto anterior, no logran encontrar otra manera de comunicarte con claridad qué es lo que les sucede. Es una forma de llamar la atención.
  4. Problemas de salud: un comportamiento de monta reiterativo puede ser indicio de un alto nivel de estrógenos o de testosterona, por lo cual debemos acudir al veterinario en cuanto notemos algo fuera de lo común en su conducta.
  5. Juego: la conducta de monta también se ocasiona por un deseo de los peludos de jugar con sus iguales.

Entonces, ¿cuándo debo preocuparme?

  1. Si aparece continuamente como un hábito de conducta y si su duración es excesiva.
  2. Si la conducta es implacable, es decir, que por más que intentas detenerla o desviar la atención de tu peludo favorito, esta continúa efectuándose.
  3. Si pone en riesgo la seguridad de tu amigo de cuatro patas. No a todos les gusta ser montados y la insistencia por efectuar este comportamiento, puede originar agresividad en el receptor.

¿Cómo puedo detener la conducta?

  1. Decir no. Tiene que ser un «no» firme, tranquilo pero seguro. Usa un tono de voz que suene confiado mas no agresivo.
  2. Usar la correa. Jala la correa de tu amigo peludo hacia ti, con gentileza y amabilidad.
  3. Distraer su atención. Esto se conoce como refuerzo positivo. Cada vez que quiera montar algo o a alguien, puedes distraerlo con comida o con un juguete.
  4. Ejercicio continuo. Lograr que el peludo use toda su energía de otra manera. El ejercicio también puede ayudar a que se libere de una gran carga de ansiedad y nervios que pueden detonar la conducta.

Nadie dijo que ser el amigo humano de un fabuloso ser de cuatro patas fuera sencillo, pero con amor e información resulta más fácil.