Nuestros amigos peludos pueden disfrutar de un buen día en la playa tanto como nosotros mismos, tan solo es necesario guardar algunas precauciones. Por supuesto, al igual que las personas, cada uno de ellos tiene su propia Perronalidad®  y, por ello, a algunos puede gustarle más o menos que a otros.

En términos generales, confiamos en que un día de playa será muy divertido para tu amigo si sabes cómo llevarlo a cabo de manera segura.

Recomendaciones para un día de sol y mar

1. Para asistir a una playa, tu amigo peludo debe estar bien socializado. El espacio estará lleno de otros perros y humanos por lo que cualquier asomo de agresividad será un problema. Si su temperamento no es muy amigable, pueden disfrutar igualmente de la playa si lo llevas con un bozal adecuado que le permita jadear libremente.

2. Nunca lo obligues a entrar al mar. Como cualquiera de nosotros, él tiene su propia Perronalidad® y gustos, los cuales no necesariamente deben coincidir con los tuyos. Si se siente atraído buscará el agua por sí mismo o te seguirá libremente sin que debas obligarlo.

3. Asegúrate de llevarle suficiente agua y un cuenco para que beba. El calor y el ejercicio provocarán que pierda líquidos, y mantenerlo bien hidratado es esencial para evitar un susto. Recuerda que hay razas especialmente sensibles a la temperatura y, si tu amigo peludo pertenece a una de ellas, tendrás que tomar este punto muy en serio.

4. De ser posible, elige una playa que cuente con alguna zona de sombra o, por qué no, lleva tu propia sombrilla para clavar en la arena. Una sobre exposición a los rayos ultravioleta puede ocasionar problemas en la piel de tu amigo. Afortunadamente, existen productos que puedes aplicarle para protegerlo, y se consiguen en tiendas especializadas.

5. Recoge su popó. Se trata de una regla básica de educación y convivencia. Ignorarla puede provocar justos reclamos por parte de otros humanos o, incluso, puedes llegar a ser sancionado.

6. Jamás lleves a tu peludo a la playa si no cuenta con todas sus vacunas al día. No lo expongas innecesariamente. Los ambientes abiertos en los que muchos de sus congéneres juguetean son propicios para la propagación de enfermedades.

7. Asegúrate de que asistes a playas en las que explícitamente aceptan perros. No son muchas, e infringir esta prohibición puede traerte consecuencias desagradables, pudiendo tener que pagar una cuantiosa infracción.

Un día de playa con tu mejor amigo de 4 patas puede, sin dudas, resultar un plan genial. Si te ocupas en tomar los recaudos necesarios, sin dudas pasarán un rato muy divertidos juntos disfrutando del sol, la arena y el mar.