¿Habías escuchado antes que hay ciertas razas de perros más agresivas que otras? En ocasiones se toma muy en cuenta este dato a la hora de ir por un nuevo compañero, pero ¿qué tan cierto es esto?

Si bien la raza tiene mucho que ver en el temperamento de un perrito, lo que en realidad define su comportamiento es la forma en la que ha sido educado. Para tratar mejor este tema hemos preparado para ti una serie de puntos que no te puedes perder.

¿Qué factores influyen en el comportamiento de un perro?

Existen dos factores fundamentales que definen la Perronalidad® de tu amigo peludo, de esto depende si son perros agresivos o no. Los mismos son:

Factores internos

Son aquellas características de tu amigo con las que ciertamente nace o se desarrollan en él a lo largo de su vida, tienen mucho que ver con el grupo genético al que pertenece. Esta es la razón por la que se considera que por ejemplo los pit bulls o los rottweilers son agresivos, puesto que se trata de perritos con un temperamento más fuerte que el resto.

Sin embargo, el tener un carácter fuerte no es indicativo de un perrito agresivo o malo, todo dependerá de los factores externos que te diremos más adelante.

Entre los internos encontramos los factores hormonales, los cuales tienen una relación muy estrecha con las hormonas sexuales de tu amigo, tales como la testosterona y la progesterona, así como la tiroides. Si alguno de estos tres sufre alteraciones, pueden provocar cambios, entre los que se destaca un mal comportamiento o agresividad.

Se ha descubierto además que, enfermedades en perros adultos (artrosis o artritis) también pueden ser causantes de agresividad.

No olvides que, durante la vejez, tu peludito comenzará a perder ciertas habilidades, como el olfato o la vista. Esto puede desencadenar un comportamiento brusco, puesto que se sentirá en desventaja y desprotegido. Es importante que lo trates con todo cuidado y no lo expongas a situaciones que pudieran resultar estresantes para él.

Factores externos

Si tu perro no ha recibido un entrenamiento adecuado desde cachorro, es muy posible que desarrolle algunos comportamientos indeseados, como la desobediencia o la agresividad. La educación es la llave para un comportamiento de diez.

Cabe recalcar que, aunque la enseñanza es de gran relevancia a lo largo de toda la vida de tu pequeño, lo mejor es comenzar desde que es un cachorrito. No te dejes enternecer el corazón por sus caritas, el entrenamiento es básico desde que llega a tu hogar.

Evita que muerda a otras personas o a ti, incluso si notas que solo lo hace de manera sutil o juguetona. Desde edades muy tempranas es necesario hacerle entender cuáles son los límites durante el juego.

Recuerda, ellos son un reflejo de nuestra enseñanza. Se encuentran bajo nuestra constante influencia y del mundo que los rodea, de manera que es fundamental ofrecerles un hogar cálido, con reglas bien establecidas y un clima nada estresante. Si optas por darle hogar a razas más fuertes, debes tener muy presente que el clima de tranquilidad y una buena enseñanza debe incrementarse, pero lo sabes, ¡él lo vale!

Así que si tu mejor amigo peludo tiene problemas de agresividad, no lo dudes y contáctanos, ¡en Dog Dog Encaminando a Tu Perro, tenemos la forma ideal de ayudarlos con este problema!