¿Cuántos de nosotros hemos vivido con la falsa idea de que debemos cruzar a nuestro perro al menos una vez en la vida? Sí, es verdad que es hermoso tener cachorros en casa y verlos crecer y jugar, pero después, ¿qué hacemos con ellos?

Casi sin dudarlo, la mayoría de nosotros generalmente creemos que nuestro perro debe conocer el amor una vez en la vida. Sin embargo, has de saber que hemos estado equivocados todos estos años.

Reproducción sin control

Si aún no te convences de no cruzar a tu perro, te daremos algunas de las muchas razones que existen para que te lo pienses dos veces antes de tomar esta decisión.

Imagina que una perra tiene dos camadas de 5 crías cada una al año, son 10 cachorros. Cada camada, a partir de los 6 meses, estará lista para reproducirse en dos años. Tendrás entonces 50 cachorritos más y estos 50, en 6 meses, podrán cruzarse. La cifra es alarmante: ¡llegaría a 250 cachorros!

Y esto seguirá creciendo exponencialmente. Es por ello que vemos tantos canes abandonados a su suerte por todos lados. ¿Aún crees que es necesario llevar a cabo la cruza?

Por otro lado, el abandono de cachorros es un grave problema de sanidad, ya que defecan y orinan en plena calle. Obviamente, no están desparasitados y enferman fácilmente, ya que comen lo que encuentran y no han recibido las vacunas para mantenerse sanos. Además, la tristeza se refleja en sus caras al no contar con una hogar que les dé refugio.

¿Has pensado en quién cuida de todos los peludos que deambulan por las calles? Estos animalitos viven expuestos al maltrato y abuso, al atropellamiento y a un posible envenenamiento, puesto que algunas personas los consideran una molestia.

Generalmente, una hembra callejera que pare una y otra vez presenta problemas de útero (debido a la inflamación cada vez mayor que sufre) y, al no poseer los cuidados adecuados en sus embarazos, no se recupera totalmente y se va descalcificando cada vez más.

Llegados los 7 años, que es el tiempo en el que una hembra comienza a envejecer, presentará una salud deteriorada y, probablemente, no soportará una camada más.

La decisión de esterilizar o castrar a tu peludo es una muestra de tu verdadero interés por él, ya que has de ser responsable de su salud y también de su entorno. No olvides que hay muchos tabúes y falsas creencias cuando se aborda este tema.

Por todo lo anterior, lo más recomendable es que, alrededor de los 4 meses de edad y ya con todo su cuadro de vacunas completo, programes con el veterinario el procedimiento correspondiente. En algunos centros asistenciales existen campañas de esterilización gratuita o de bajo coste; infórmate y haz lo correcto.

Si de verdad quieres a tu cachorro, debes proporcionarle la mejor vida posible, mantenerlo sano y sin dejarlo a su suerte. Tarde o temprano, algunos serán abandonados por personas irresponsables, no todos saben querer y tratar a los perros como se merecen. ¡Cuida y protege a tu compañero canino!