Pascal y yo utilizamos el programa “Haz equipo con tu perro” de Dog Dog, por mi preocupación e interés porque Pascal fuera feliz y menos apegado a mí.

Lo adopté 1 semana antes de que cumpliera 2 meses de edad. Desde entonces se enfermaba seguido de las vías respiratorias. Terminábamos siempre con antibióticos, pastillas y jarabes. Además de la tremenda batalla a la hora de administrarle el medicamento.

Después de visitar un par de veterinarios y que no parecía servir mucho lo que hacía, busqué otra opción. Lo llevé con una homeópata canina que me confirmó que Pascal tenía un grado leve de ansiedad por separación, que lo percibía miedoso y un tanto ansioso. Me recomendó que le diera un Kong y que “buscara entrenamiento”.
Me puse en contacto con las personas que me recomendó y con otras que encontré en internet, pero no tenían programa presencial por la pandemia o el programa requería que se llevaran a Pascal 2 o 4 semanas y me lo regresaran “entrenado”. Se me hizo un nudo en el estómago con solo pensar dejarlo tanto tiempo con alguien desconocido y sin saber si lo iban a tratar bien.
Entonces, ¡bendito Instagram y bendita Sofia Bravo! Encontré a Dog Dog que cumplía justo con los parámetros necesarios.
Desde el inicio quedé impactada por el nivel de capacitación del personal, su profesionalismo y conocimiento, además de su excelente trato y atención.

Pascal comenzó a ir a los ExtraordinaryDays y nos inscribimos a las excursiones de DogPackers® y sesiones de Juntos Es Mejor.
Le hicieron el DogTest de Perronalidad® y quedó inscrito como miembro. Después de esta evaluación en una llamada, Lina analizó el resultado y en conjunto con mis objetivos y expectativas me hizo una propuesta de servicios y experiencias que me convenía adquirir de acuerdo a lo que ambos necesitábamos. Esa guía precisa y práctica se me hizo sumamente profesional y totalmente útil, y fue por eso que nos inscribirnos al programa “Haz equipo con tu perro”.

Yo confiaba ya en Lina y sus colaboradores, conocía un poco más de su filosofía y forma de trabajo, sin embargo, aún tenía la idea de que entrenar a un perro era para hacerlo, hasta cierto punto, como un robot que obedece siempre y mantiene guardia sentado en una esquina. No tenía muy claro cómo esto iba a ayudar a Pascal con su dependencia, miedos y ansiedad, pero confiaba en el equipo de Dog Dog.
Desde el día 1 del programa me llevé una increíble sorpresa. No se trataba de entrenar soldados para la guerra sino de brindarle a nuestros peluditos, equilibrio y salud en todas las áreas.

¡Bingo! Justo eso era lo que yo quería y sabía que necesitábamos, solo no había sabido plantearlo y mucho menos pedirlo. Pero ahí estaba frente a mí, alguien que supo poner todo eso en palabras , acciones y en un “cómo hacerle” para lograrlo.

En resumen, durante estos 3 meses aprendí a comunicarme mejor con Pascal, a comprenderlo y ser empática con él. Comprendí lo vital que es trabajar en sus 4 dimensiones (cognitiva, física, social y emocional) para que pueda gestionar sus emociones, socializar, adaptarse a cambios y pueda ser resiliente.

Aprendí a vivir y disfrutar vivir con él poniendo rutinas, estructuras y límites. Pascal tiene una Perronalidad® única y siempre va a ser así. Sin embargo, ha aprendido que hay reglas y límites que tiene que respetar. Aprendió que no puede hacer siempre lo que quiere a la hora que quiere.
Aprendió a comunicarse conmigo y yo con él. Aprendimos a negociar y comprendimos que no somos 1, que somos 2 y que en equipo es mucho mejor.

Antes, me seguía por todos lados dentro de nuestro departamento. Aunque estuviera dormido o cansado, se paraba y me acompañaba hasta al baño. Ahora, podemos irnos de campamento y quedarse solo en la casa de campaña mientras yo estoy afuera conviviendo.
Antes, no podía esperar a que le diera un premio, me hacía berrinche, pues se lo tenía que dar al instante o ya no lo quería. Ahora es mucho más paciente y tolera bien la frustración.
Antes, no podía ni acercarse al agua y las olas del mar pues lo aterraba. Ahora, podemos caminar tranquilos a la orilla del mar. Entra y sale solito de las alberquitas, cruza riachuelos y se moja bajo la lluvia.
También aprendió “sentado”, “ven”, “echado“ entre otras, que nos son muy útiles a los 2 para nuestro día a día como salir a pasear, ir a alguna plaza, ir a un café, a casas de amigos, viajar, ir a playdates y a diferentes aventuras.

Ha avanzado y mejorado tanto, que pudimos viajar juntos, tranquilos y contentos, más de 12 horas en avión y automóvil para llegar a nuestro nuevo hogar temporal en donde nos estamos adaptando y creando una nueva rutina.

Me llena completamente el alma que Pascal pueda ser mi compañero y mi cómplice en todo, estemos en donde estemos… ¡Eso para mí no tiene precio!

Sé que el aprendizaje para él no termina y mucho menos para mí pero tenemos el apoyo y respaldo de una gran comunidad dirigida por un gran ser humano que no se raja nunca.
Estoy eternamente agradecida con Lina y con todos los que forman parte de Dog Dog por el impacto en nuestras vidas. Es una vida muy diferente, mucho más completa y definitivamente más feliz.
Su trabajo, esfuerzo, paciencia, estudio, capacitación, empatía, respeto y todos sus valores se ven siempre reflejados en todos sus servicios y estos en nuestra felicidad.
¡Gracias, gracias, gracias!

Natalia y Pascal Gerini

DISCOVERY SESSION

La importancia de la primeraimpresión y el primer encuentro.
Mas información