El perro es un ser  vivo muy especial. Aún no se confirma que tenga conciencia de sí mismo o de su existencia, no sufre por la pregunta que todos nos hacemos en algún momento de nuestras vidas “¿Quién soy?, ¿Ser o no ser? Él no debe responder a esto. Sin embargo, el perro tiene una cualidad que no todos los humanos tenemos. Si el perro quiere a su manda, daría la vida por ésta.

Entonces el perro no sabe de su existencia, pero es capaz de dar la vida por otro ser vivo. Un perro puede hacer manda con cualquier especie, es un ser naturalmente colectivo y sociable, al cual le gusta participar en grupo, funciona en jerarquías, y es intrínseco a él  quedar bien con su grupo.

¿El perro quiere? No, porque no sabe de definiciones sobre el amor y el querer. Sí, porque es capaz de seguir y hacer por otro lo que sea para satisfacerlo (si hay sentido de unidad o manada). Es un ser leal que no tiene malicia, ni capacidad de venganza, sólo un instinto natural de caza, presa, y dominancia naturales a él, pero que no tienen que ver con sentimientos negativos. Al contrario, el perro cazaría por su manada pese a que su vida pueda estar en riesgo.

¿Y nosotros cómo podemos demostrar que lo queremos en su lenguaje? Ni la ropa, ni la mejor marca de croquetas, el plato o la cama de marca son formas de demostrarles que tenemos un cariño y respeto hacia ellos. Éstas son comodidades que forman parte de los elementos que lo mantendrán saludable y en equilibrio. Pero si quieres demostrarle que lo quieres de verdad con #AmorCanino, aquí algunos tips:

• Juega con él al menos 15 minutos al día  sin regañarlo (jala un lazo, una pelota, un dommy, con algún juguete que le encante)
• Si hace algo muy bien hazle una fiesta, dale palmas, apláudele, dile ¡bravo!
• Corre con él, túmbate al piso y deja que te lama, juega a su modo
• Hazlo pensar y ponlo a trabajar, le hará sentir realizado y valioso en la manada
• Velo a los ojos y acaricia su pecho, dale las gracias por su lealtad