En México, en donde 7 de cada 10 hogares cuentan con un animal de compañía, suele minimizarse la peligrosidad de la presencia de pulgas o garrapatas; sin embargo, estos parásitos pueden generar graves enfermedades en perros y gatos, e incluso en los humanos.

Lo primero que hay que saber es que tanto pulgas como garrapatas prefieren temperaturas que rondan entre los 20°C, y 35°C, con humedad relativa de 35-95%, como sucede en: Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Ciudad de México, Coahuila, Hidalgo, Nayarit, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Quintana Roo, Veracruz y Yucatán. Y aunque son las entidades con mayor incidencia de estos ectoparásitos, la realidad es que estos bichos se han logrado adaptar a distintos climas, por ello los podemos encontrar por todo el país.

Las pulgas y garrapatas tienen un ciclo de vida amplio, y aunque se encuentran principalmente en pastos altos, pastizales, arbustos y árboles, así como, en animales silvestres o roedores, estos parásitos externos podrían llegar a nuestros hogares incluso a través de la ropa y esconderse en las camas de nuestras perros, muebles, tapetes, alfombras, etc.

“Debido al calor y lluvia presentes durante el verano se genera un aumento en la proliferación de pulgas y garrapatas, que pueden afectar de manera significativa la salud de perros, gatos y humanos, de ahí la importancia tanto de prevenir, como de tratar oportuna y eficazmente las infestaciones”, explicó Adrián Polo, Coordinador Técnico de la Unidad de Animales de Compañía de MSD Salud Animal en México.

¿Sabías que las pulgas y garrapatas no solo afectan a las animales de forma externa por la comezón que generan?

También lo hacen de forma interna, debido a las enfermedades bacterianas que pueden transmitir al picar, además de algunos parásitos intestinales que los perros y gatos pueden adquirir al tragarse estos insectos o sus heces. Son el principal vector para la transmisión de Dipylidium caninum, uno de los parásitos intestinales de mayor incidencia en perros y gatos, que puede transmitirse al humano; así como Rickettsiosis, una enfermedad caracterizada por altas fiebres, que en este caso es transmitida por las heces de las pulgas, que de no tratarse oportunamente puede causar la muerte.

Respecto a las garrapatas, están presentes todo el año, pero la temporada de mayor incidencia en perros va de abril a agosto y pueden transmitir enfermedades como: Rickettsiosis, Erliquiosis y Lyme por mencionar algunas, que son infecciones que causan fiebre, inflamación, dolor de cabeza y en algunas ocasiones sangrados que pueden poner en riesgo la vida de animales y personas.

Lamentablemente nuestro mejor amigo peludo no puede decirnos cuando se siente mal, por eso es importante que estés atent@ a su comportamiento, por ejemplo, si se rasca o muerde con frecuencia, puede tener pulgas o garrapatas. También recuerda que no debemos de esperar a ver esto para usar algún producto que nos ayude a prevenir estos parásitos externos.

“Por ello es recomendable llevar un programa de desparasitación interna y externa, siempre bajo la indicación del Médico Veterinario, puesto que él podrá orientarnos acerca de las necesidades de la mascota y adecuar un plan preventivo. Además, es recomendable llevar a nuestra mascota a revisiones generales, como mínimo dos veces al año y no solo cuando esté enferma”, comentó Adrián Polo, Coordinador Técnico de la Unidad de Animales de Compañía de MSD Salud Animal en México

Aquí te compartimos algunos consejos:

  • Ofrece a tu perro protección contra pulgas y garrapatas durante todo el año, pero siempre con la ayuda del Médico Veterinario, quien también te indicará cada cuándo desparasitar internamente.
  • Consulta con el Médico Veterinario la mejor rutina de higiene, frecuencia entre baños y productos adecuado.
  • Cepilla su pelo mínimo cada tercer día, lo que te permitirá mantenerlo limpio, eliminar el pelo muerto e identificar parásitos externos.
  • Al salir a pasear llévalo siempre con collar y/o pechera, placa de identificación y correa para evitar el contacto con animales silvestres.
  • Lava y desinfecta con frecuencia sus juguetes, trastes de comida y accesorios para dormir como su cama o mantas.
  • Mantén limpias todas las zonas de tu hogar, prioriza aquellas en las que tu perro se encuentra regularmente.