Su raza los condena a enfermar de males específicos, pues su anatomía  influye en cómo funciona su organismo, por ejemplo, en la respiración, las articulaciones y la cavidad  oral.

Esta información podría ayudarte a identificar  cambios en tu amigo y prevenir a tiempo alguna alteración en su salud.

La anatomía de los perros los predispone a desarrollar ciertas enfermedades, por lo que dependiendo de cada raza es más probable que padezca alguna en particular.

Jorge Alberto Padilla Salas, médico veterinario de Guadalajara, explica que la variedad de razas y sus morfologías provocan una tendencia a afecciones o deterioros en el cuerpo, interna y externamente: “Por ejemplo, a las razas de nariz corta (braquicefálicos), que tiene una predisposición a enfermedades  respiratorias y problemas cardíacos”, comenta.

Algunas de esas razas son el pug, el boston terrier y el bulldog  francés e inglés, muy populares en la actualidad, lo que obliga a las personas que vivan con uno de ellos,  a estar muy pendientes del funcionamiento del sistema respiratorio de estos pequeños compañeros. El síndrome  braquicefálico es un mal característico de dichas razas y diferentes especialistas coinciden en que ronquidos, dificultad  respiratoria después del ejercicio  leve, desmayos y cianosis (coloración azulada de la piel debido a problemas circulatorios) son los principales  síntomas.

Las razas “gigantes” tampoco se salvan de los achaques, pues su gran  peso les ocasiona problemas  articulares a edades  tempranas, afirma el médico. Aquí se enlistan el gran  danés, el pastor  alemán y el golden  retriever, por señalar algunas. Según la organización estadounidense Arthritis  Foundation, uno de cada cinco  perros adultos en el país vecino padece artritis, además de ser una de las causas de dolor  crónico más comunes que atienden los veterinarios.

Si tu perro ya no es tan rápido al caminar como solía serlo, si se sienta o levanta con dificultad, le cuesta trabajo incorporarse para ir a comer, ya no le atrae el juego, teme  trepar a la cama o el sillón, cojea o incluso expresa  dolor si tocan sus patas, puede ser señal de que la artritis está presente.

“Otro ejemplo (de enfermedades específicas) es en la raza  poodle, que a muy temprana  edad comienzan a perder  piezas  dentales provocado por generación  acelerada de placa  dentobacteriana en la cavidad oral”, señala Padilla Salas.

Tener un perro representa la responsabilidad de mantenerlo sano. La Biblioteca Nacional de los Estados Unidos recomienda poner atención en el comportamiento de tu perro para identificar cualquier problema de salud. “La mejor manera de prevención es mantener a nuestras mascotas en una vigilancia  médica  periódica y así monitorear cualquier anomalía en nuestros amigos  caninos”, asegura el médico  tapatío.

De acuerdo con  la Biblioteca Nacional de Estados Unidos, los signos que pueden decirte que algo anda  mal son:

  • Pérdida del apetito.
  • Consumo excesivo de agua.
  • Aumento o pérdida de peso súbitamente.
  • Comportamiento fuera de lo común.
  • Cansancio y pereza.
  • Dificultad para levantarse o acostarse.
  • Abultamientos extraños.

Conocer cada detalle físico de tu perro, su comportamiento y conducta es muy importante para reconocer cualquier posible alteración en él. En Dog Dog  Encaminando a tu Perro tenemos estrictos  controles en cada uno de nuestros  miembros  caninos y vigilancia cercana para poder, al igual que tú en casa, darnos cuenta de que algo puede andar mal con él y notificarlo de inmediato.

Foto por Hugo Balcázar.

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