Existen muchos mitos y tabúes sobre el bozal. Algunos lo ven como una medida extrema y abusiva contra el perro, otros como una herramienta imprescindible que utilizan sin tomar en cuenta el proceso para que el perro acepte usarla. En Dog Dog Encaminando a tu Perro pensamos que el bozal, como cualquier otra herramienta, tiene importantes cualidades, pero siempre y cuando se utilice de forma adecuada. Te invitamos a leer el siguiente artículo para conocer qué es el bozal y resolver una de las dudas más importantes: cómo elegir el mejor bozal para mi perro.
Si quieres saber cómo ponerle un bozal a tu perro y cómo utilizarlo de forma adecuada y amable, te invitamos a leer el artículo ¿Cómo adaptar a mi perro al bozal?
Si quieres tener mejores resultados te invitamos también a conocer los tipos de bozal que hay en el mercado para que elijas la mejor opción para tu perro de acuerdo a su tipo de hocico y función.
¿Qué es el bozal?
El bozal es una herramienta que se utiliza para cubrir el hocico del perro y que sirve para evitar que el perro pueda morder (perros que responden de forma agresiva con mordida) o comer (perros que necesitan estar en ayuno o recogen cosas del piso por ejemplo).
Es tan importante como un collar, una placa y una correa. En Dog Dog pensamos que todos los perros deberían de saber usarlo de forma adecuada, pues todos podrían llegar a necesitarlo por diferentes razones: consulta veterinaria donde el perro presenta un dolor o miedo incontrolable, cambio de país de residencia donde las normas exigen que el perro use bozal en lugares públicos, etc.
El bozal es explícitamente una herramienta, su intención y finalidad dependerán de la metodología que se aplique para el perro lo use adecuadamente.
¿Cómo elegir el bozal adecuado?
Para elegir bien se tiene que pensar en las características del perro, su tamaño y en la forma del hocico, pero sobre todo en el propósito que se le dará.
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- Tamaño. Lleva a tu perro a la tienda para que puedas probárselo, si le queda grande se lo quitará con sus patas o se le caerá con movimientos rudos; si le queda chico, le podría ocasionar laceraciones en la piel, lastimar su nariz o mandíbula y ponerlo ansioso, esto probablemente incrementaría su agresión.
- Forma del hocico. Ya sea para hocicos chatos, alargados, anchos o planos, es importante que elijas de acuerdo a su fisionomía. Existen bozales de tela o silicón que se pueden adaptar más fácilmente, pero lo ideal es adquirir uno de acuerdo a la forma de su cráneo y hocico.
Propósito. ¿Para qué lo vas a usar? Si es sólo para llevarlo al veterinario, o para atender a un perro durante un accidente o emergencia puedes inclusive hacerle un bozal con tela (aprende a cómo hacer un bozal casero para una urgencia). Si vas a usarlo para la rehabilitación de una conducta es imprescindible que el perro pueda jadear, comer y tomar agua… todo excepto morder.
Por Lina Palafox
Coach canino, experta en comportamiento, educación, adiestramiento y cuidado de perros. Directora y Co Founder de Dog Dog Encaminando a tu Perro, rehabilitador de conductas caninas, dogtrainner, terapeuta canino. Escritora, blogger y licenciada en Filosofía y Ciencias Sociales del ITESO.