Los humanos, al igual que algunos mamíferos como los simios y orangutanes, muestran su cariño a través del abrazo, las caricias y el “piojito”, pero no todas las especies actúan de esta misma manera. Por ejemplo los perros, quienes naturalmente no prefieren las caricias (menos aún los abrazos), muestran desagrado a estas acciones a través de distintas señas: sacan la lengua, se lamen la nariz, meten la cola entre las patas, bajan las orejas, se orinan, se contraen, o inclusive enseñan los dientes, gruñen o sueltan una mordidita.

Para quienes argumentan que a sus perros les encantan los apapachos y los mimos, y que esto no es cierto, les damos la razón, a los perros puede llegar a gustarles estas muestras de afecto, o pueden llegar a adaptarse a este tipo de relación, puesto que gozan de una característica: su adaptabilidad.

Sin embargo abrazar, acariciar y acercarte melosamente a un perro (sobre todo extraño) puede llegar a ser una práctica no solo riesgosa para ti, si no para él y para su humano o compañero principal. Te explicamos algunos motivos:

  • El abrazo es un momento íntimo que debe hacerse sólo entre miembros de una manada. Observa en un parque cómo los perros toman su distancia cuando no quieren problemas, nunca llegan directamente a lamer o encimarse a otro perro, primero exploran, se conocen y luego se relacionan.
  • ¿Cuándo has visto que por lo general los perros se abracen? Los perros se huelen, se miran, se rodean, brincan, se inclinan en invitación a juego demostrando su alegría, pero no se abrazan.
  • Cuando un perro está siendo educado y su compañero le pide que se siente y quede quieto, es muy importante que el perro esté concentrado en conservar esta orden y que por otro lado esté alerta a la siguiente instrucción. Si llegas y lo abrazas o acaricias, lo harás desconcentrarse.
  • Cuando un perro está trabajando (perros de guardia o asistentes) es muy importante que siempre estén en un mood de trabajo, concentrados y atentos a su compañero para advertirlo sobre cualquier riesgo potencial. Es muy importante que NUNCA te acerques a estos perros, y que menos aún los toques.
  • ¿Cuándo has permitido que alguna persona extraña se acerque a ti abruptamente, te hable mimosamente y te abrace, toque o invada físicamente? Nunca ¿verdad? ¿Por qué a un perro le gustaría que le hicieran lo mismo diciéndole “ay mira qué  bonitooooo” mientras lo acarician sobre la cabeza.
  • El punto anterior es muy importante, a la mayoría de los perros, no les gusta que los acaricies de la cabeza, la cola, las orejas. Son partes muy sensibles. Si ya lo harás, entonces opta por lugares como el pecho, la barbilla o los costados del lomo.

Entonces, ¿Es bueno acariciar a mi perro? Sí, pero ya lo sabes, acariciar y/o abrazar a tu perro es una práctica que debe hacerse entre compañeros y no entre desconocidos. Para que tu perro disfrute de este momento debe tener un buen vínculo contigo, y debes hacerlo en el momento adecuado. Y para los que no son tus perros, opta por apreciarlos a distancia, reconocer su belleza o carisma, sin tocarlos o invadirlos físicamente, ellos te lo agradecerán y quizás hasta le darán ganas de acercarse a ti para conocerte un poco más.