Aunque no lo creas, Dog Dog es un lugar increíblemente emocionante donde puede pasar de todo; ahí, los perros tienen la libertad de hacer mucho de lo que no pueden hacer en casa, mientras que son cuidados y educados en la guardería para que aprendan a convivir con sus humanos y con otros canes de todos los tamaños y formas. Y es así como, durante la semana, mientras tú te encargas de trabajar por la croqueta de cada día, nuestros amigos peludos viven pequeñas aventuras en nuestras instalaciones, creando historias dignas de contar de su día a día.

Esta semana te invitamos a conocer “Un día en la perrona vida de Corunda”.

Sobre cómo Corunda cambió de colores en una sola tarde y se llevó a sus amiguitos entre las patas.

Corunda es blanca, gordita como todos los bulldogs y tiene una pila infinita. Como todos los lunes, asiste a su escuela en donde su mamá se despide de ella, pero una vez que pone una pata dentro de Dog Dog, en su mente hay un sólo objetivo: el jardín.

Aquí es donde la mayoría de los perros toman su descanso después de sus paseos matutinos, pero para Corunda, el cansancio y los horarios de paseo no existen. Comienza por explorar y olfatear todos los rincones mientras las miradas curiosas de los demás se posan sobre ella; de pronto se detiene y la ve ¡la alberca está llena de agua! Corre lo más rápido que sus patitas se lo permiten y de golpe se arroja a la alberca. Da vueltas, ladra a otros peludos para que se unan a ella y consigue que algunos se acerquen; sale del agua en un salto y corre emocionada rodeando el jardín, incitando a los demás y contagiándolos con su energía, mientras varios la siguen en esta carrera.

Poco a poco, su lindo pelaje blanco se va tornando gris y luego café a medida que entra en contacto con la tierra. Se mete bajo el “agility” evitando ser capturada por los demás perros, burlando incluso a esos humanos uniformados de gris y verde que la observan atentamente mientras la persiguen en sus jugueteos.

De pronto un sonido llama su atención, la reja del jardín se abre y Corunda levanta la cabeza curiosa, tras lo que emite un ladrido alegre que celebra la entrada triunfal de su mejor amigo de juegos. Se trata de Mossul, un hermoso perro golden más grande que ella, factor que no le impide lanzarse contra su amigo y revolcarlo en la tierra, mojándolo y de paso cubriendo el rubio pelaje de su compañero con la misma tierra que Corunda ya muestra orgullosa por toda su panza.

Así, en medio segundo, la vivaz bulldog somete al golden en el suelo, ambos se dan pequeñas mordidas y casi como una luchadora mexicana, Corunda se impone, aunque queda bien claro que Mossul no opone realmente resistencia.

Las horas se van entre carreras y juegos, pero incluso cuando llega la hora de Mossul para irse a casa (después de haber sido previamente limpiado de las marcas de patas de su amigocha), para Corunda el cansancio pareciera no existir. Ella corre con otros perros, aprende a enfocar su energía con sus cuidadores, quienes le enseñan habilidades básicas y le dan el cariño que se refleja en sus ojos cafés brillando de alegría y jadea de la emoción.

El día llega a su fin y Corunda ha vuelto a su color blanco de forma misteriosa, de tanto correr, se ha sacudido la tierra de su pelaje y cuando mamá llega a recogerla, anda alegremente hacia ella; este lunes ha llegado a su fin, pero para su suerte, el miércoles es día de alberca y Corunda tendrá escuela una vez más.

Así como Corunda y Mossul, en Dog Dog las perroaventuras no se dejan esperar. Si te interesa que tu mejor amigo peludo viva un día tan perrón como el de esta linda cánida, te invitamos a traerlo a nuestra guardería educativa, en donde además de divertirse, podrá socializar con otros humanos y peludos, aprender lecciones valiosas y sentirse tan querido como lo merece en el proceso. ¡Contáctanos y conoce más sobre este y otros servicios!