Esta semana te invitamos a conocer “Un día en la perrona vida de Akira”
Akira, la espía.
Si le preguntan a cada uno de los miembros del staff de Dog Dog sobre Akira, seguro les contarán sobre las tantas veces en que Akira fue capturada in fraganti, tratando de atravesar las puertas o colándose en los lugares más pequeños donde jamás creerías ver a un animalito peludo, ya que para Akira, los límites espaciales no existen. Desde que pone su primer patita dentro del lugar, se encuentra en una misión exploratoria y los demás peludos lo saben, porque a donde vaya ella, las aventuras locas la siguen.
Lo que los demás no saben, es que todo apunta a que Akira es una espía que usa sus habilidades para lograr su objetivo, que es salir siempre de paseo o robarle cariños (además de premios) al cuidador de su elección sin importar que éste se encuentre al otro lado de la casa.
Al llegar a Dog Dog, la exploración del territorio es su primer objetivo, el cual a veces olvida (más a menudo de lo deseado) al ser distraída en juegos y corretizas; no obstante, el sonido de la reja abriéndose es suficiente para recordarle su misión. Dotada de una flexibilidad increíble, Akira logra colarse entre las piernas de los humanos, quienes en realidad le permiten el paso al pasillo para que pueda jugar y practicar sus habilidades con otros perritos como ella.
Siempre a su lado, su amigo Rex la sigue a donde vaya; juntos planean una misión de exploración por los pasillos de la casa, empresa en la cual, Akira será la clave del éxito. Eso sí, como todo superperro, Akira tiene una kryptonita con la que Rex no cuenta, también conocida como “humanos que rascan detrás de las orejas”, eso y el hecho de que dentro del mundo del espionaje profesional, nadie supera a nuestra aventurera en la facilidad con que se distrae.
Avanza la tarde y Akira ha sido capaz de recibir los mimos, además de premios que buscaba, recargar su energía bajo los rayos del sol y reunir información sobre los humanos durante sus incursiones, todo esto no sólo utilizando su cuerpo que parece ser de agua, sino también su sonrisa traviesa que derrite corazones. Por eso, los días que Akira visita Dog Dog, aprende a superarse cada día mientras es cuidada con atención por los miembros del staff. Lidiar con una perro espía es toda una aventura, pero también un gusto al ver qué nueva ocurrencia tendrá.
¿Podrá Akira dejar de distraerse tanto y conocer los rincones de Dog Dog como los dedos de su pata? ¡Vuelve pronto, Akira, para llegar a donde ningún otro peludo ha llegado!
Si tu perro es de los que tienen espíritu aventurero, recuerda que nuestra guardería educativa en Dog Dog es el lugar ideal para que pueda explotar sus habilidades mientras es cuidado de cerca y amado como lo es en casa. Cada uno de los peludos que están con nosotros tiene la libertad de ser él mismo, hacer amigos y aprender todo un mundo.
Gracias por el post¡¡¡, está hermoso.
Akira les agradece mucho toda la diversión en Dogdog, siempre que está ahí tiene pintada la sonrisa de oreja a oreja, esperamos verlos pronto¡
¡Gracias a tí por ser parte de nuestra familia perruna, Rubi! ¡Un abrazo a nuestra hermosa exploradora! ¡Saludogs!