Seguro que se ve bonachón y simpático, le tienes apodos como “bodoque”, “godeche”, “porky” u otros alusivos a su redondeada  figura… Pero tu perro con sobrepeso  no se la está pasando  bien y la dura realidad es que el responsable eres tú.

Dado que México  no contamos aún con un sistema  estadístico para animales  domésticos, no contamos con cifras  exactas de cuán grave es la obesidad y sobrepeso en nuestros perros. Pero en Estados Unidos, a quienes cada vez nos parecemos más (en lo malo), se estima que en el 2017 un 56% de los perros padecían de esta enfermedad. Esta situación tiene un origen muy sencillo: poca actividad física, mala calidad de alimento y demasiados  premios. ¿Sabías que, literalmente, puedes estar matando a tu perro con cariño? Suena raro, pero de seguro le das premios al por mayor porque lo quieres, no porque lo odias.  Así como esos platos  rebosantes de croquetas y parte de tu comida que le das por debajo de la mesa… Lo quieres y quieres  verlo  contento, pero le estás haciendo  mal.

Por otra parte, una parte crucial, está el ejercicio. No importa si tienes un Chihuahua o un San Bernardo. Todas las razas y mezclas de razas de perros  NECESITAN  ejercicio. Lo necesitan para activar su cuerpo y su mente, para mantenerse  sanos y tranquilos. Si tienes un perro de raza  chica, por favor, ponlo en el piso ahora mismo y hazlo  caminar. Los perros no van en bolsas ni en brazos, no son un bebé  humano de 8 meses, ¡son perros!

Repito, sé que no tienes la intención de hacerle  daño a tu perro, seguro estás teniendo alguno o varios de estos malos hábitos con él y no te has dado cuenta, mira…

  • Le das de comer frecuentemente. Puede que hayas comprado este plato/despachador  automático de croquetas porque te pareció una joya de la tecnología y además está muy cómodo. Pero el hecho de que tu perro tenga disponible el alimento libremente todo el día,  todo lo que quiera, lo daña  tremendamente. Pronto verás que empieza a subir de peso y que su comportamiento  cambia. Dado que no le tiene que batallar para comer, su instinto  genético de cacería y búsqueda, se va desvaneciendo y con ello trae problemas de conducta.
  • Porciones genéricas. Esto es, la etiqueta de tus croquetas dice: “perros de 10 a 20 kilos, taza y media  dos  veces al día”. ¡Me perdonan pero un perro de 10 kilos no debe ni necesita comer lo mismo que un perro de 20! Existen diferentes  fórmulas para calcular el requerimiento  calórico de los perros. Primeramente debes calcular el RER (requerimiento energético en reposo), se obtiene multiplicando  30 x peso (ideal) en kilos. Después, debes calcular el REM (requerimiento energético en mantenimiento), se obtiene multiplicando un factor  constante por el RER; este factor constante puede ser desde 1 hasta 3, según la edad y condición del perro. ¿Ya estás confundido? Yo también. Mejor evita la fatiga y lleva a tu perro con un veterinario para que te ayuda a calcular la cantidad de croquetas, no le des al tanteo.
  • Le das alimento  procesado de mala  calidad. Estoy a punto de echarme  encima a dos tercios de la población  veterinaria, pero ni modo. El otro tercio estará de acuerdo  conmigo en que las croquetas  no son el mejor  alimento para tu perro. Hay marcas de croquetas  premium, muy carísimas y muy finísimas, que supongo no están nada mal. Pero también hay otras económicas o no tan caras, que principalmente contienen  colorante y los peores  químicos e ingredientes de dos  pesos que te puedas imaginar. La mayoría de las croquetas contienen principalmente  almidones, esto es: carbohidratos. Si te fijas, la más cara de las croquetas tienen por mucho un 25 o 30% de proteína… y quién sabe de qué origen. Checa la etiqueta, si no puedes pronunciar a la primera  uno de sus ingredientes, no puede ser bueno.
  • Monodieta. Pan con lo mismo, ¿te gustaría? Ningún  animal en su estado  natural en el mundo come siempre lo mismo. ¿Qué te hizo tu perro para que toda la vida lo alimentes  igual? La variedad y la calidad en la alimentación son básicas. Ya si has decidido darle croqueta, cámbiala de vez en cuando o alterna con otro tipo de alimento.
  • Demasiados premios. Lo mencioné al principio. Los premios  deben de ser eso: PRE-MIO, algo extra y especial en algunos momentos del día o porque se lo ganó  mediante su conducta y comportamiento. Los premios deben equivaler al menos del 10% de todo lo que come tu perro en todo el día. Para hacerlo más saludable, estos premios pueden ser frutas  deshidratadas o frescas, crema de cacahuate, semillas o galletas  especiales (y balanceadas) para perro.
  • Falta de ejercicio. No sé cómo enfatizar lo suficiente la importancia de este aspecto… así: ES MUY SÚPER IMPORTANTÍSMO. Todos los perros, de todas las edades, tamaños y raza requieren ejercicio  regular y constante. Además, darle ejercicio a tu perro te ayudará también a ti. Camina con él 20  minutos  diarios, algo es algo. Idealmente es que todos los días se ejercite una hora  completa, pero sé que a veces la vida  humana no da. Si tienes la fortuna del tiempo de tu lado, sal con él a correr, aviéntale la pelota, llévalo en bici, vayan al parque, al bosque. Muévanse. Si no tienes tiempo y sí los recursos, contrata un paseador o inscríbelo en una guardería  educativa.

Un perro con sobrepeso, no es feliz ni sano. ¿Te cuento algunas de las alteraciones que puede llegar a tener?

  • Intolerancia al ejercicio, falta de energía
  • Dificultad  respiratoria
  • Intolerancia al calor
  • Hipertensión
  • Diabetes o intolerancia a la insulina
  • Insuficiencia o disfunción del hígado
  • Osteoartritis
  • Aumento de riesgo  quirúrgico
  • Deficiencias  inmunológicas
  • Aumento de riesgo de padecer cáncer
  • Alteraciones de cadera, rodillas y columna

¿Ya te convenciste de cambiar la vida de tu perro? ¡Nunca es tarde! Si tu perro está en su peso  ideal o es un cachorrito, no permitas que suba de peso. Recuerda que no estás solo y no tienes que ser un experto. Por suerte para todos, en Dog Dog Encaminando a Tu perro, puedes encontrar  asesores  nutricionales  expertos, orientación con veterinarios y toda la actividad  física que tu perro  desea, ¡búscalos! Gracias a ellos fue que logré que Marco mi Beagle, cambiara su vida y aspecto, logrando que viviera sano a sus 14 años:

Aranza Alvarado