La salud bucal de nuestros perrhijos es una preocupación eterna y ¿cómo no?, si los veterinarios se la viven advirtiéndonos del daño que causa el sarro en los órganos internos, además de provocar halitosis (mal aliento) o gingivitis (inflamación de las encías) que en estados avanzados ocasionan la pérdida de dientes. Lamentablemente, los perritos no parecen entender esto y no siempre la ponen fácil para el cepillado, ya sea por miedo, falta de costumbre o debido al desagrado por la sensación de un objeto extraño en el hocico.

Hace un par de años adopté un perro, tenía mal aliento así que procedí a comprarle un cepillo y acostumbrarlo poco a poco a la rutina de limpieza dental, igual que a mi otra perra. Sin embargo, aunado a lo nuevo de la experiencia, él viene de un pasado lleno de maltrato así que cualquier objeto extraño cerca de su cabeza lo pone nervioso. Fue una lucha de voluntades acercar el instrumento a su hocico y tras intentarlo por semanas sin éxito, comencé a pensar que mi can no debía ser el único arisco para estas situaciones.

Y así, tras intentar cepillos de distintos tamaños terminé poniendo pasta en mi dedo y metiéndolo en su hocico. Si bien no era una sensación que le agradara, pareció estar conforme y me permitió frotar sus encías lo mejor que pude, pero esto no terminaba de convencerme; tras un poco de investigación descubrí la existencia de las toallas dentales que sustituyen el cepillado y traumatizan menos a los perritos que no están acostumbrados a estos cuidados o bien, su temperamento no permite al humano hacerlo de forma periódica y adecuada.

Antes de comprarlas, pregunté al veterinario qué tan buenas eran, si debía considerarlas una buena opción o si servirían para mi perrhijo y sus necesidades. Él me comentó que son muy buenas, sobre todo para aquellos canes nerviosos como el mío, quien como ya es viejito, difícilmente se acostumbraría al cepillado normal. Estas toallitas húmedas tienen el tamaño perfecto para enrollarse en tu dedo índice, no son lisas por lo que al momento de frotarlas dan un pequeño masaje a las encías y están humedecidas en bicarbonato, fluoruro de sodio y otras sustancias como saborizantes y enjuague bucal para no sólo atacar el sarro, sino también el mal aliento.

Existen diversas marcas de toallitas, como DDS, Fresh Friends, ProDental, ShowTech, John Paul Pet por mencionar algunas y que son fácilmente encontradas en tiendas online con la opción de ser enviadas a tu domicilio. Estas oscilan entre $100 y $200 pesos mexicanos más gastos de envío. Sin embargo, las que yo uso son de la marca Fancy Pets y puedes encontrarlas en tiendas como Maskota u otras donde vendan productos para perro. Van de los $65 a los $80 pesos mexicanos.

Lo mejor, en mi opinión, es que al ser tan pequeñas pueden ser manipuladas fácilmente y baja el estrés de la rutina de limpieza dental en los perrhijos; además, al haber varias marcas se pueden encontrar en cualquier tienda de productos para animales, físicamente o en línea. Recuerda cepillar los dientes de tu perro al menos una vez cada quince días, esto le b a tener una mejor salud bucal, lo cual se verá reflejado en su salud en general a futuro, también es importante utilizar productos especiales, ya que el tamaño y los ingredientes están pensados para ellos.