El deseo de toda persona que vivimos con un perro es que estemos juntos el máximo de años posibles, pero cuando llegan a la etapa senior o vejez, comienzan una serie de cambios en su conducta, en su físico y en su fisiología que en muchas ocasiones nos sentimos perdidos de cómo hacer las cosas con nuestro anciano perro. Debemos tener en cuenta a partir de qué edad aproximada nuestro perro puede considerarse Senior:
- Razas Grandes: 7 – 8 años
- Razas Medianas: 10 años
- Razas Pequeñas: 12 años
Los perros mayores desprenden cierta ternura, lo sabrás especialmente si alguna vez has tenido a uno: los perros mayores nos recuerdan en cierta forma a un perro cachorro ya sea por sus necesidades, cuidados o por su delicadeza.
Cuando nuestro amigo canino llega a estas edades, podemos ver en ocasiones que hay algunas cosas que van cambiando, tanto en su carácter, en su tolerancia, horas de sueño, enfermedades, etc.
En otras ocasiones bien podríamos decir que nuestro perro está pasando por una segunda etapa de cachorro, necesitan lo mismos cuidados o incluso más. El cuidado de un perro mayor necesita dedicación y voluntad. Durante esta etapa final de su vida nuestro perro experimentará cambios de comportamiento, duerme mucho más e incluso puede sufrir enfermedades por su débil sistema inmunológico si no le prestamos atención. Nuestra misión es intentar paliar los efectos de la edad teniendo en cuenta cuatro factores básicos:
ALIMENTACIÓN
Es normal que nuestro perro coma menos cantidad de comida, por eso debemos vigilar su peso y lo recomendable, es acudir con nuestro veterinario cada 6 meses a fin de evitar una anemia o déficit de nutrientes.
Tampoco es conveniente que esté pasado de peso, ya que estaría forzando las articulaciones y sufrirían más de lo debido. Si por el contrario está más delgado de lo que debería, dale comida rica en grasas nutritivas.
Tenemos que observar si bebe suficiente agua, si no, intentar ponerle comida húmeda, o puedes ponerle caldo en su ración de alimento. Siempre debe de tener agua fresca y limpia de fácil acceso y cerca. A veces nuestro perro puede perder los dientes o colmillos, tenlo en cuenta a la hora de ponerle su comida para no darle una que le cueste comer.
PASEOS O RUTINA
Un perro anciano va a dormir mucho más que cuando era un joven o un adulto sano y fuerte. Pero esto no quiere decir que no debas de sacarlo, de motivarlo y de intentar que siga teniendo estímulos mentales.
Eso sí, dependerá de sus articulaciones y salud en general, que tengamos que acortar los paseos, pero hacerlos más frecuentes durante el día.
Cada perro es un mundo. Hay perros con 12 años con una vitalidad increíble y otros con 8 que están muy deteriorados en sus articulaciones. Adapta los paseos al estado físico de tu perro.
COMPORTAMIENTO
Es indudable que el comportamiento de nuestro viejecito amigo va a cambiar. Puede volverse más dependiente de ti, o justo lo contrario, más independiente. También pueden aparecer “problemas de conducta” que antes no se veían en él, como por ejemplo, que empiece a tener ansiedad por separación cuando nos vamos de casa. Hay perros que con la vejez se vuelven más inseguros, sobre todo si comienzan a perder la vista.
Evita cambios en la casa, en su rutina o en la tuya. Y si los hay, intenta que tu perro se adapte bien a ellos. Quizás te tome algo más de tiempo, ten paciencia.
Un perro anciano va a dormir más horas de las habituales hasta entonces, y es bueno respetarlas, pero ojo: ten cuidado de que no entre en una etapa de apatía, depresión o aburrimiento. Como todo en la vida, debe de haber un equilibrio. No intentes hacer las mismas actividades de cuando tenía 4 años, pero tampoco dejes de hacerlo todo de golpe.
El aburrimiento lleva a la apatía, y la apatía a la depresión. Algo totalmente contraproducente siempre, pero en especial en esta etapa tan delicada.
Si tu perro es anciano, pero con vitalidad, disfruta de él mientras físicamente pueda. Y ten en cuenta también que tu perro pueda tener demencia senil y con ella, cambios en su comportamiento. Paciencia y respeto, ¡pónselo fácil! Evita el estrés en tu perro.
Puede que le duelan los huesos, los músculos u otra parte del cuerpo, puede que no se encuentre bien, puede que no vea o escuche bien. Debes de tener mucha tolerancia y darle su espacio. También les cuesta más regular su temperatura corporal, tenlo en cuenta a la hora de preparar su zona de descanso.
Uno de los problemas más comunes que les suceden a los perros mayores es que al dormir mucho sus familias interpretan que deben dejarle tranquilo. Es cierto que debemos dejarle reposar y no interrumpir sus horas de sueño, eso sí, es importante mostrarse afectivo de forma regular, animarle a jugar y divertirse con el perro anciano sino pueden aparecer la apatía, tristeza y un comportamiento aislado del núcleo familiar.
Juega y trátalo de forma especial, recuerda que quizás les cuesta animarse y su estado es más delicado. Déjale juguetes o juegos de inteligencia con comida cuando te marches para que pueda distraerse.
ENFERMEDADES
Con el paso de los años no te extrañe que tu viejo amigo comience a tener dolencias o limitaciones físicas, así como alguna enfermedad.
Intenta acariciarle de forma frecuente para poder palpar alguna zona que le pueda doler, o si le ha salido algún bulto extraño, o algo que pueda desencadenar en dolencia o enfermedad. Acude al veterinario con más asiduidad para hacerle revisiones periódicas.
En DogDog Encaminando a tu Perro contamos con cuidados especiales para este viejo querido tuyo, también podemos ayudarles a evaluar su estado de ánimo y cambios conductuales, ¡contáctanos!
Y recuerda siempre: nunca no lo dejes de lado ni te olvides de él ni por un segundo. Ámalo siempre que puedas y disfrútalo a cada momento.