Hace unos días, mientras limpiaba mi habitación, encontré una fotografía de la primera peludita que llegó a mi vida… su nombre era “Jessy”. Al ver la imagen, sonreí recordando todos buenos momentos que vivimos juntas, al tiempo en que sentí un peso en el corazón de tan sólo pensar en lo dura que fue su pérdida y lo mucho que la extraño.

Jessy entró en mi vida cuando tenía yo tan sólo 5 años de edad y creció a mi lado durante 17 años. Tan gratos fueron los días juntas que llegué a pensar que viviría para siempre; sin embargo, el paso de los años y su inminente vejez la llevaron a no querer jugar o comer en un punto. Sus patitas le fallaban y ya casi llegado el final, vivió una última semana en la que no podía moverse para nada, síntoma ante el que el veterinario sugirió que la mejor forma de ayudarla en ese punto era a través de la eutanasia.

Recuerdo como si fuera ayer lo dolorosa que fue esa semana para la familia, por lo que ante la pérdida de Jessy, mi padre anunció que no habría ya en casa un perro nuevo.

En mi familia siempre fuimos amantes de los perros, sin importar el tamaño o la raza; de pronto, la casa sin Jessy se volvió demasiado tranquila y triste… nos faltaba algo. Por un tiempo no pudimos ver a otros peluditos sin pensar en la que se fue, inclusive tuvimos en varias ocasiones ofertas de amigos que querían traer un nuevo perro a la casa, pero la respuesta siempre fue un rotundo “no”, pues aún no estábamos listos y la herida continuaba abierta.

Dos años habían pasado ya desde la muerte de Jessy, cuando una amiga de mi hermana nos regaló a una cachorrita a la que nombramos “Pachi”. Ella era pequeña y blanca como Jessy, pero con una personalidad muy distinta y lo cierto es que no pudimos negarnos. Mientras que Jessy había sido observadora, tranquila y aventurera, Pachi era sumamente juguetona, astuta y muy llena de pila. Mi familia aprendió a quererla como un animalito nuevo y diferente y entonces supimos que ya estábamos verdaderamente listos para recibir a un nuevo amigo peludo en casa.

Como la historia de Jessy logra exponer, perder un perro es como tener un corazón roto, porque más allá de ser animales de compañía, se vuelven parte de nuestra familia, los mejores confidentes y amigos, al punto en que escuchar a alguien decir “es sólo un perro”, parece completamente incongruente con la realidad.

Es importante destacar que cada persona lleva su dolor de formas diferente y su tiempo de duelo y luto puede variar de los demás. A pesar de esto, siempre es probable que llegue el momento en el que decidamos que es tiempo de traer un nuevo peludito a nuestras vidas y cuando estemos listos, no siempre estaremos exentos de tener sentimientos encontrados.

Por eso, si tú has perdido a un mejor amigo peludo, te presentamos algunos consejos que los expertos sugieren para decidir cuándo es tiempo de tener un nuevo cánido en tu vida y que a mí en lo personal me ayudaron a dar ese paso.

Tómate tu tiempo para sanar.

La muerte de un ser querido, ya sea humano o perro, conlleva un proceso de recuperación largo, en donde muchos sentimientos como culpa, tristeza, enojo, etc., se mezclan. Es preciso entonces reajustar nuestras vidas y asimilar lo que ahora nos falta en ellas. Sanar y llegar a términos con la muerte de nuestro perro no es algo que sucede de un día para otro; mientras que para algunas personas puede ser cuestión de meses, a otras puede llevarles años. Pero no importando el tiempo que tardes en sanar, no debes compararlo con el de otros, pues cada experiencia es única.

Algo que puede ayudar es hablar sobre la pérdida con los demás. En Dog Dog contamos con un servicio gratuito para miembros activos, en donde puedes compartir con nosotros tu pérdida y recibir asesoría para recuperarte de tan triste situación.

Elige el momento adecuado

De acuerdo con Jennifer Scarlett, co presidenta de la la SPCA (Society For The Prevention Of Cruelty To Animals) en San Francisco, el momento adecuado para tener una nueva mascota es “..algo individual y depende de lo que está sucediendo en tu vida”. Antes de tomar la decisión de integrar un nuevo can a tu vida, es importante saber si tienes tiempo para él y si tu corazón está listo. También es fundamental que si el nuevo perro formará parte de tu familia, tomes en cuenta la opinión de todos sus integrantes, pues no es bueno precipitar la decisión, ya que ésta puede afectar el nuevo vínculo entre humano-perro.

No se trata de reemplazar al perro anterior. No compares a tu nuevo perro con el anterior.

En algunos casos, ciertas personas pueden sentirse molestas con su nuevo perro, como una manera inconsciente de lidiar con la culpa de reemplazar a su viejo amigo; recuerda que ningún perro podrá reemplazar jamás al que perdimos y que no es culpa del nuevo integrante de la manada la pérdida que tu has sufrido.

Uno de los problemas más comunes a la hora de adoptar un perro nuevo es la tendencia a compararlo con el anterior. Es vital destacar que todos los perros, incluso si son de la misma raza, son únicos, por lo que comparar al nuevo con el anterior sólo nos llevará a la decepción y será mucho más difícil forjar un nuevo vínculo.

En este proceso, es importante dejar de idealizar a nuestro viejo amigo peludo y aceptarlo tal como era, de esta forma, podremos hacer lo mismo con nuestro nuevo amigo.

Nunca regales un perro a una persona que acaba de sufrir la pérdida del suyo.

En ocasiones, preocupados por el dolor de nuestros seres queridos ante el fallecimiento de su perro, tenemos la creencia de que al darles un nuevo perro, podrán sentirse mejor. Esto en realidad puede tener un efecto contrario porque forzamos a la persona a un recibir a un nuevo animalito en su vida cuando no sabemos si se encuentra lista. El gesto, aunque probablemente sea de buena fe, puede malinterpretarse como un intento de reemplazar al peludo  anterior. Recuerda siempre que el proceso de sanación es personal y la decisión de adoptar un nuevo can le pertenece a la persona que sufrió la pérdida.

En DogDog entendemos el sentimiento y amor por todos los perros que pasan por nuestras vidas, así que no dudes en consultarnos si estás pasando por una situación de pérdida o si estás considerando dar el siguiente paso y adoptar un nuevo perro en tu vida, de forma en que podremos ayudarte a encontrar el perro adecuado para ti.