La salud de tu perro es tan importante como la tuya, pero cuidar de ella no tiene que ser un tema que te asuste en cuestión económica. Una opción es el Hospital Veterinario de Pequeñas Especies de la Universidad de Guadalajara, donde chequeos periódicos de rutina, curaciones y cirugías programadas, entre otros procedimientos, pueden costarte menos que en una clínica veterinaria privada.
Este hospital veterinario universitario inició sus servicios como una pequeña clínica en la década de los 70; luego, en abril de 2010 se inauguró el edificio donde ahora opera, aunque su funcionamiento se concretó hasta el 18 de noviembre de 2014.
Aquí tu perro puede acceder a servicios como toma de radiografías, cirugías para extracción de ovarios y útero, laparotomías exploratorias, reducción de fracturas, hernias y tumores, así como curación de heridas. También se realizan análisis, transfusiones sanguíneas, limpiezas dentales y quimioterapia.
Los procedimientos de mayor demanda son la aplicación de vacunas, esterilizaciones, atención de fracturas, lesiones y curaciones, de acuerdo con Juan de Jesús Taylor Preciado, coordinador del hospital: “Se ve mucho aquí reducción de tumores de piel y mamarios; curaciones de heridas, vienen muchos perros mordidos, no necesariamente por peleas de perros, sino por mordidas que se dan en la calle”, comentó Taylor Preciado; “también, de repente, cuando fallece un paciente o bien quieren que les ofrezcamos el servicio, incineramos”.
Es importante que tomes en cuenta que la atención en este hospital se brinda previa cita, debido a que el presupuesto con que opera es parte de los recursos de la Universidad de Guadalajara, lo que limita la contratación de personal para cubrir un horario de 24 horas. Su horario de atención es de 08:00 a 20:00 horas de lunes a viernes y de 08:00 a 13:00 los sábados.
El hospital divide su funcionamiento en dos áreas: diagnóstico clínico y cirugía; aunque sí se atienden urgencias dentro del horario establecido, en caso de que el paciente requiera de un especialista, éste se deriva con un particular que tenga el entrenamiento médico correspondiente: “Casi siempre los casos de urgencia, como no da tiempo, por ejemplo, pueden ser hemorragias, heridas graves, siempre los tratamos aunque sea a deshora, no es frecuente que los mandemos con alguien”, apuntó el médico veterinario, “si es algún caso que no se puede resolver aquí, entonces sí (lo canalizamos) con algún especialista”.
Por desgracia, hay una tendencia mundial a que los canes sufran con mayor frecuencia problemas asociados a las enfermedades que padecen los humanos, como obesidad, sobrepeso y diabetes, según el coordinador del hospital veterinario.
“Lo que ahora está ocurriendo es que ahora los perros viven más, tienen más tiempo. Anteriormente, digamos hace unos 30 o 40 años, el perro tenía una corta vida por el tipo de alimentación y el tipo de vida que llevaba, pero ahora ya vemos perros ancianos, entonces, ahora ya se enfoca mucho de la medicina veterinaria, como también en los humanos, a la geriatría”, refirió el especialista.
El Hospital Veterinario de Pequeñas Especies cuenta con un equipo de trabajo de dos cirujanos y una doctora en el área clínica, por turno. El promedio de atención canina en 2018 fue de poco más de 12 mil servicios en general.
Además de las labores relacionadas con la salud animal, en esta institución se llevan a cabo actividades de investigación y docencia, siendo un espacio que ofrece a los estudiantes de Medicina Veterinaria y Zootecnia la posibilidad de realizar práctica profesional por seis meses, servicio social, voluntariado e intercambios escolares.
Si quieres conocer el hospital, éste se ubica en Prolongación Parres Arias 735, colonia Bosques del Centinela en Zapopan, detrás del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), por la carretera que conduce a Las Cañadas.
Para agendar una cita comunícate al teléfono 3777-1150, extensión 32959.
MARIANA JAIME
Soy licenciada en ciencias de la comunicación dedicada al periodismo escrito y las relaciones públicas. De ahí viene mi entusiasmo por contar historias y compartir información, que unido a mi amor por los perros ha dado como resultado mis colaboraciones para este blog.
Lo que sé sobre estas adorables mascotas lo aprendí, por un lado, con Max, una cruza de cocker que llevé a casa siendo un cachorrito y vivió 14 años; y por otro, de lo que investigo y leo de fuentes especializadas, ya sea para escribir algo concreto o por simple curiosidad «animalista».