La esterilización de los perros es una práctica que refleja  amor y responsabilidad de parte de sus humanos, ya que al hacerla se reduce el riesgo de tumores, mejora el carácter y evita la reproducción  descontrolada.

Frida tiene ya seis  años, no ha sido mamá, pero tampoco está esterilizada.

Aunque su humano quisiera ser “abuelo” de al menos una camada de labradores, no se ha dado a la tarea de buscar al padre  adecuado ni los hogares  responsables para dejar a los cachorros, pues definitivamente las crías  no podrían quedarse con mamá.

En casos como éste más vale dejar de lado el sentimentalismo y pensar en la salud de nuestro can, pues esterilizar reduce el riesgo de que desarrolle algunas enfermedades relacionadas con la producción de hormonas o el funcionamiento del sistema  reproductivo.

“Es un mito que se debe cruzar antes de esterilizar, no existe sustento científico para afirmar esto. Sin embargo, estadísticamente se ha comprobado que al esterilizar a un canino, ya sea hembra o macho, se reducen considerablemente los índices de desarrollo de cualquier tipo de neoplasias”, asegura Jorge Alberto Padilla Salas, médico veterinario.

Además, que en hembras se reduce el riesgo de contraer endometriosis  quística, que es un problema  reproductivo muy común en perritas  no esterilizadas de edad avanzada; además de mejorar muchísimo en el comportamiento y socialización de nuestros peludos.

La esterilización no debe verse como un castigo o algo que lamentar en la vida de una perro; al contrario, se trata de una decisión  responsable e inteligente de quien está a cargo de ese ser vivo.

El otro beneficio de la castración es el control natal canino, ya que así se garantiza que no habrá descendencia de tu perro bajo el cuidado de una persona  irresponsable o, peor aún, abandonada en la calle  reproduciéndose y repitiendo el círculo  vicioso de los perros y gatos  sin hogar.

Estas dos razones han llevado a miles de personas a entender la importancia de esta práctica en los últimos  años, de acuerdo con cifras de la Dirección de Protección  Animal del Ayuntamiento de Guadalajara, dependencia que realiza  periódicamente  campañas que estén al alcance de toda persona con perros y gatos en ese municipio.

Afif Sánchez, jefe de Vinculación  Ciudadana de la Dirección de Protección  Animal  tapatía, indica que en el 2015 la dependencia  realizó cerca de 7 mil procedimientos, pero en el 2017  alcanzaron los 9 mil 500.

“El tema de la esterilización ha sido bien recibido. Nosotros hemos estado luchando para que la esterilización venga aparejada con la adquisición de una mascota, ya sea un cachorrito que acaba de nacer y me lo acaban de regalar, o un perro que acabo de rescatar o que está en una casa puente y ya no lo pueden tener y yo lo voy a recibir”, señala el funcionario, quien agrega: “Aquí el punto es que toda la gente comprenda la importancia de esterilizar a los animales y que nosotros estamos contribuyendo con la lucha de la reproducción desmedida de perros, puesto que, al final de cuentas, por desgracia todavía sigue existiendo mucho abandono”.

El Ayuntamiento de Guadalajara cuenta con campañas permanentes de esterilización en distintos puntos de la ciudad, los cuales puedes consultar en su página de Facebook.

Y si quieres prepararte para llevar a tu perro, los requisitos que establece la dependencia son:

  • Edad mínima 5 meses.
  • Ayuno de 12 horas.
  • Las hembras no deben estar lactando ni en celo.
  • El perro debe estar completamente sano.
  • Llevar una mantita para cubrirlo.
  • Presentar la cartilla de vacunación.

 

MARIANA JAIME

Soy licenciada en ciencias de la comunicación dedicada al periodismo escrito y las relaciones públicas. De ahí viene mi entusiasmo por contar historias y compartir información, que unido a mi amor por los perros ha dado como resultado mis colaboraciones para este blog.

Lo que sé sobre estas adorables mascotas lo aprendí, por un lado, con Max, una cruza de cocker que llevé a casa siendo un cachorrito y vivió 14 años; y por otro, de lo que investigo y leo de fuentes especializadas, ya sea para escribir algo concreto o por simple curiosidad «animalista».