Si alguna vez te has preguntado cómo piensan los perros, este es un buen ejercicio para entender más sobre su mundo y su forma de percibirlo. Esta es la carta de un perro a humano a través de los  ojos de Mika, una perrita que le expresa a su humano sobre cómo ella percibe lo que la rodea tras los cambios que han habido en su vida.

Mika es como muchos perros, le gusta oler colitas y nuevos lugares, encontrar boronitas entre los pliegues del sillón (a veces tiene que romper un poco los cojines para encontrarlas), cazar pájaros que luego lleva orgullosa a la cama de su humano, proteger su territorio de personas extrañas a través de sus imponentes ladridos, correr detrás de todo lo que se mueve, pues su instinto presario la domina.

Querido humano:

No se cómo te llamas, pero cuando tú llamas a mi nombre y todos mis apodos (MikaNO, MikaMikaMika, Shhhht, MikaVen, Mikaaaaaaaaaaa), reconozco tu voz. Y no sabes cómo me encanta que me llames! sobre todo cuando estás comiendo tu deliciosa comida. Amo que me des los pellejitos que no te gustan del pollo.

Reconozco tu olor, sobre todo el de tu colita. Reconozco tus emociones, sobre todo me atraes cuando estás contento y me chiqueas. Reconozco tus gestos, y ubico perfectamente bien las veces que estás molesto, frunces la mirada y todo tu cuerpo se transforma en una especie de monstruo que me da miedo…

Pero lo que no me queda tan claro son algunas cosas que haces cuando te desesperas. No entiendo por qué te molestas cuando ladro, yo lo hago para llamarte como tú me llamas a mí. También ladro porque escucho ruidos que podrían ser amanezantes fieras que se acercan a nuestro hogar, yo solo quiero tu seguridad. Y cuando aullo, es porque quiero alertar a todos en casa de que algo se aproxima! me comunico incluso con todos mis vecinos perrunos.

Tampoco entiendo aquellas veces que tomo la comida de la mesa, ¿acaso no haces tú lo mismo? Además, lo más rico siempre está en ese lugar! si quieres puedo compartirte un poco. También tengo un gran refugio en el jardín donde guardo todos mis huesos, tuve que quitar algunas plantas que me molestaban, pero eso ya quedó resuelto. Algunas tenían olores muy interesantes, otras no pude evitarlo y me las comí!

Uffff y luego no comprendo por qué no te gusta revolcarte en el parque conmigo y te molestas de que yo lo haga. Los olores en ese jardín son increíbles! han pasado las bestias más fuertes y yo solo quiero llenarme de ese olor para alejar a las fieras que pudieran acercarse.

Como me gustaría decirte lo bien que la paso cuando dejas tu closet abierto! desde que ya no me dejas entrar a tu cuarto todo es tan aburrido! ahí encontraba muchos tesoros! y los más interesantes eran esos tenis que siempre usabas! tenían tu olor, me encantaban!

Tampoco entiendo por qué cada vez salimos menos, me gustaba salir al parque contigo, correr, ir detrás de palomas, otros perros y gatos! nunca me aguantabas el paso, pero yo estaba seguro de que los alcanzaría y compartiría contigo la victoria!, si tan solo hubieras confiado en mí corriendo hacia el mismo sentido o soltando la cuerda. Soy muy rápida, sin esa correa lo verías!

En fin, sabes que te quiero, soy fiel a ti, no se cómo llegué a este lugar o a ti, pero me satisface cuando estás contento. Te extraño, este lugar en el que ahora duermo y paso la mayor parte del tiempo es muy aburrido, no estás tú, ya no tengo acceso a nuevos olores ni texturas. Extraño mis agujeros en el jardín, ahí están todos mis tesoros, y extraño que me llames por mis apodos para dormir en tu cama. Se que no cabemos ahora y que suelto mucho pelo, pero es normal! ya crecí y el calor me hace mudar unos cuantos pelillos!

Querido humano, he crecido, ahora soy más fuerte, tengo un ladrido más imponente para cuidarnos y me he vuelto experto para cazar nuestro alimento. Mis dientes son más fuertes y ahora no necesito que me cuides, puedo hacerlo por los dos, soy más ágil y quiero demostrárselo a otros perros, si tan solo confiaras en mi y vieras que ahora soy un perro adulto, seguro y motivado para conocer el mundo!

Espero me entiendas, con cariño, Mika.